Se me hunden las piernas cuando nado. Y no sé qué hacer.
¡He perdido la cuenta de la cantidad de veces que habré oído a un nadador o triatleta amateur decirme algo así!
Si tu cuerpo se hunde y sabe que se hunde, nada puede ir bien
Tener una mala posición del cuerpo en el agua afecta enormemente a prácticamente todo: a la velocidad de nado, a la eficiencia, a la respiración y a las sensaciones cuando nadas.
► 1 – Afecta a la velocidad, porque a igualdad de propulsión ejercida, un cuerpo mal posicionado chocará más contra el agua, es decir, el agua le frenará más (aumentará la fuerza de resistencia debida al agua), lo cuál derivará en una clara reducción de velocidad.
◄ 2 – Afecta a la eficiencia porque al chocar más con el agua y por tanto, tener que vencer más resistencia para avanzar lo mismo, será necesaria emplear más energía, con lo que el consumo será mayor, y se perderá eficiencia.
► 3 – Repercute en la respiración, porque a mayor resistencia ofrecida por el agua, y mayor consumo energético el sistema respiratorio y también cardíaco se verá sometido a mayor demanda.
◄ 4 – Y empeora las sensaciones de nado, porque como tu cuerpo tiene que vencer una resistencia que él mismo está creando estarás en modo lucha: te sentirás agobiado, perdido luchando contra una fuerza que no entiendes ni ves; tu respiración será forzada y eso te generará estrés, ansiedad; tu corazón necesitará bombear más y llegarás antes al máximo de tus límites fisiológicos; además tu mente permanecerá en un estado de alarma contínuo que hará que nades un estilo de supervivenvia, porque tu cuerpo sabe que te hundes y que tú no sabes cómo remediarlo por lo que no se podrá relajar y encima, equivocadamente (hace lo que puede), intentará meterle músculo para intentar solucionar la situación, pero no funcionará y tú seguirás sufriendo. En fin, un desastre.
Nadar así te va a generar mucha frustración.
No te recomiendo que sigas por ese camino.
¿No será mejor, aprender a nadar con tu cuerpo equilibrado?

Si nos fuéramos de viaje en una barca que se hundiera por la popa, seguro que me dirías: ¡ con esta barca no, por favor!
Imagínate que nos fuéramos los dos de viaje a una isla, con una barca que tiene un agujero, por el que entra agua y que hace que la barca se vaya escorando poco a poco por la popa (hundiendo por atrás, por ejemplo). Seguro que me dirías: “¡hombre, no, con esta barca no! ¡que no vamos a poder llegar muy lejos!”
Desde luego que no, no es una buena idea navegar con una barca que se hunde.
No es una buena idea nadar con un cuerpo al que se le hunden las piernas al nadar.
Estrategias que no funcionan
para evitar que se te hundan las piernas cuando nadas
Por tanto, el camuflar un problema tirando de piernas, con el enorme derroche de energía que eso supone, no es una buena decisión; quizás te parezca que se te hunden menos las piernas cuando nadas, pero a un coste muy alto.
Además, esas piernas están haciendo una función que no le corresponde, ya que la función de las piernas es la de contribuir a la propulsión y al rolido, y no la de conseguir una posición equilibrada del cuerpo.
Y además, si no haces bien el batido de piernas, seguramente estarás cavando más hacia el fondo. Así que en lugar de solucionar un problema, lo estarás agravando.
Aumentar el batido de piernas y usar traje de neopreno
no son soluciones a largo plazo
► Otra cosa que hacen es utilitzar un traje de neopreno que les aumente la flotabilidad en las caderas, y así no tener que hacerlo ellos. Sí, eso funciona, pero entonces estás relegado a nadar siempre con traje de neopreno.
Además, si no sabes mantener una posición equilibrada en el agua, que es algo básico, quizás tampoco sepas hacer otras muchas cosas. Y el traje de neopreno no va a poder solucionártelo todo.
Este es un parche que te mantiene engañado. Pero tu mente (primaria, instintiva) igualmente sabe que te hundes. Y así difícilmente conseguirás nadar
Yo te recomiendo que aprendas a nadar. Eso es para toda la vida.
Cómo solucionar el que se te hundan las piernas
Concretamente aprender a distribuir el peso de las distintas partes de tu cuerpo para que te ayuden en vez de fastidiarte, para que se equilibren unas con otras. Ese sería el primer paso. Luego vendría un segundo paso, que sería aprender a nadar con tu peso.
► Así pues, el primer paso sería aprender a distribuir bien los pesos de las partes de tu cuerpo para conseguir que ninguna parte del cuerpo se separe de la línea horizontal y estar así alineados con la superfície del agua.
Para ello, deberás utilizar el peso de tu cabeza (relajada) y especialmente el ángulo con el cuál introduces tus brazos en el agua, para conseguir equilibrar el peso de tus caderas y piernas y encontrar así una posición equilibrada en el agua.
Es además necesario, que la zona media (el core) de tu cuerpo esté activada para evitar que el cuerpo se doble por falta de activación y control muscular.
Por otra parte, la distribución del peso en las diferentes secciones del cuerpo puede variar de una persona a otra y por tanto, cada uno tendrá que encontrar su propio punto de equilibrio. Es decir, el ángulo de entrada de los brazos variará de una persona a otra. También variará si nadas en piscina, en mar, en océano o en lago (la densidad del agua varía) o de si llevas neopreno o no. Y también dependerá de la velocidad de nado.
Este vídeo está grabado en piscina, pero el concepto te puede servir igual para aplicarlo en el mar. Eso sí, en el mar, los ángulos de entrada de tus brazos (las lanzas) pueden variar (y si vas con traje de neopreno, más todavía), dado que la densidad del agua de mar es superior a la del agua de la piscina. Siempre tendrás que hacer las adaptaciones necesarias.
En el vídeo (podrás leer el texto del vídeo en el artículo de mi blog: 3 ejercicios de técnica de natación en crol) tienes una secuencia de tres ejercicios, el primero de respiración y los dos siguientes para aprender equilibrar tu cuerpo en el agua (el primer paso) y para aprender a proyectar el peso de tu cuerpo hacia adelante (segundo paso).
► Este segundo paso consiste en pasar de una posición equilibrada (paso 1) a una posición desequilibrada, pero en este caso a nuestro favor, puesto que este desequilibrio hacia adelante, hace que nuestro centro de gravedad se traslade hacia adelante y esa proyeccción de nuestro peso hacia adelante nos permite recorrer más distancia a igualdad de propulsión, es decir, sin gasto energético añadido.
Al nadar con nuestro peso nos convertimos en un vehículo híbrido
Sería como si fuéramos un vehículo híbrido, que tiene dos motores, un motor de gasolina (propulsión) y un motor eléctrico (el peso). O recuperando el símil de la barca con la que nos dirigíamos a la isla, nadar con nuestro peso sería como nadar a vela.
Una fuente de energía obtenida por el uso adecuado de nuestro desequilibrio, del desequilibrio de nuestro peso hacia adelante, que no es ni más ni menos, la razón por la que se produce el movimiento, el desequilibrio de nuestro centro de gravedad. ¿O no es así como caminamos? Desplazando nuestro peso hacia adelante, y así, aparece un primer paso. Y manteniendo nuestro centro de gravedad hacia adelante, seguimos avanzando (también usamos los músculos, obviamente, lo que sería nuestra propulsión en el agua).
Hacer lo contrario, permitir que se te hundan las piernas cuando nadas, sería como caminar con un paracaidas abierto detrás nuestro. Nos costaría mucho avanzar.
Bien. Yo te propongo. Primero, que te quites el paracaidas (equilibrar el cuerpo). Y dos, que utilices el peso de tu propio cuerpo para conectar una fuente de movimiento que tiene nulo consumo.
Es el desequilibrio lo que genera el movimiento
Obviamente, la natación es una actividad corporal y está bien entender las cosas, porque nos permiten reflexionar, replantear estrategias, pero tarde o temprano tendremos que dejar que el cuerpo lo aprenda.
Practica lo que puedas por tu cuenta.
Si no lo consigues o quieres aprovechar y rentabilizar mejor tu tiempo, contacta conmigo, concretamos día y hora y empezamos a entrenar juntos para que no vuelvas a tener que decir: se me hunden las piernas cuando nado.
¿ QUIERES CORREGIR EL QUE SE TE HUNDAN LAS PIERNAS CUANDO NADAS?
Escríbeme y cuéntame tu caso.